domingo, 23 de diciembre de 2012

Laderas de La Morcuera

Menuda niebla había llegando a Miraflores, y yo en pantalón corto (fiel a mi norma de que se puede usar a partir de los 5º), pero eso si, con unos calcetines calentitos... había visibilidad de sólo unos pocos metros, lo cuál era una pena, no íbamos a dejar de hacer la ruta, pero nos íbamos a perder todas las vistas que hay desde la Hoya de San Blas. Pero sin embargo, para alegría nuestra, a apenas 3 km de Miraflores, dónde Oscar y yo habíamos quedado con Pedro para empezar a darle, la niebla desapareció y dejo paso a un soleado y despejado día, con una buena temperatura y sin nada de viento. Fue como atravesar una cortina y aparecer en otro sitio totalmente diferente. Después, cuando ya estábamos subiendo por las laderas de la Morcuera, vimos que parecía que una nube se había caído al suelo y cubría con una niebla muy espesa toda la zona que habíamos atravesado en coche. 


La ruta que hicimos no era nueva, pero hacía mucho, quizás años, que no pasábamos por ella. Desde la fuente del cura, se empieza a subir la Morcuera y se avanza hacia la Hoya de San Blas alternando pistas anchas con senderos y alguna trialera, casi siempre de bajada. Los senderos son realmente divertidos para hacer mountainbike, no son complicados técnicamente, están muy limpios y se puede ir rápido sin tener la sensación de ir al límite, sólo disfrutando. Uno de ellos en concreto, es una pasada: The Secret Spot, by FélixT (lo conozco gracias a él y afortunadamente nunca nos hemos encontrado a nadie por el ni tampoco lo he visto en ningun track en internet, no es muy popular). Es el único singletrack que se hace de ida (subida) y vuelta (bajada) en la ruta, pero merece la pena: combina paisaje, largas rectas y zonas de continuas zetas con unas paradas en dos collados con unas praderas en las que es obligada la parada para charlar, comer algo y disfrutar del paisaje. En esta ocasión, íbamos un poco apurados de tiempo y sólo llegamos a la primera pradera. Después, bajada hasta la pista de nuevo y vuelta a buscar otro sendero que baja atravesando el bosque.

En éste nos acordamos de que llevábamos una cámara y probamos nuevas ubicaciones en la bici... aún no hemos dado con el buen sitio, pero bueno, van saliendo mejores planos (abajo cuelgo el video montado con los clips y las fotos de la ruta). Una vez acabado este singletrack, vuelta por la pista hasta Miraflores. Llegamos con prisas y sin tiempo para tomar el obligado y merecido aperitivo... vamos perdiendo las buenas costumbres, hay que hacer algo!





domingo, 16 de diciembre de 2012

Senderos de El Pardo


El monte de El Pardo, es una muy buena opción en Madrid si se busca disfrutar de senderos llenos de curvas y no importa hacer pocos kilómetros, perfecto si se dispone de poco tiempo y no apetece pistear. No deja de resultar extraño que un lugar como este se encuentre prácticamente en la M30!

Hoy hicimos una ruta con poco más de 30 kilómetros, la misma que unas semanas atrás abandonamos a la mitad, debido a que al cable del cambio le dio por partirse y dejar la cadena en el piñón pequeño, por lo que tuvimos que ir atajando de vuelta a los coches (menos mal que pasó aquí que todo está cerca). Pese a que son pocos kilómetros, se llevan prácticamente tres horas ya que como decía, todo son senderos por los que no se llega salvar demasiado desnivel pero que suben y bajan constantemente, no hay 500 m. llanos. La diversión está asegurada, el suelo perfecto: húmedo pero sin barro y los senderos como decía Oscar, en ocasiones parecían una pista de bobsleigh: muy limpios, llenos de peraltes y curvas cerraditas en las que se podía entrar con alegría.

En definitiva, un día con pocos kilómetros, te quedas con ganas de más, pero en el que nos hemos divertido en cada metro de ruta, con compras de parcela incluido (seguro que alguien el lunes cambia las ruedas...), en mi caso me han servido para seguir acostumbrándome y sorprendiéndome gratamente con el cambio al 29 pulgadas y 2X10, y en los que hemos tenido tiempo suficiente para ir dándole vueltas a los próximos proyectos en en debe: Aínsa, los 10.000 del Soplao, Turbón tour, o una simple escapadita a montar con nieve por la Hoya de San Blas... ilusión y ganas que no falten nunca!!!

domingo, 11 de noviembre de 2012

Where the trail ends.

El Septiembre se estrenó Where the trail ends, otra de esas películas documental de freeride rodada en spots de todo el globo y que seguro no nos dejará de sorprender, por cómo estos riders son capaces de ir superando los límites año tras año.


Últimamente va de videos. Si hay tiempo, merece la pena ver Life Cycles, increible fotografía y escenarios.



martes, 30 de octubre de 2012

Razones y más razones

Todo son razones para montar, en cualquier momento y ninguna excusa para dejar de hacerlo...



Ten things I have learned...

martes, 23 de octubre de 2012

Llegó el Otoño

Sin duda, para mi, es la mejor época para montar, sobre todo si es por bosques. Empiezan las lluvias, las nieblas, bajan las temperaturas pero sin llegar a hacer frío, el suelo tan seco en verano ahora se queda perfecto para subir y bajar y el paisaje es increíble... Esperando encontrar un panorama así, ya en la última ruta por Arganda, cerramos la fecha para volver a una de mis sendas favoritas en San Rafael. Ruta conocida ya para algunos de los que íbamos pero nueva para casi todos.

Pero antes de la crónica de este día, debido a las quejas populares por no haberme referido a ello, especialmente del aludido... pero sobre todo a que el hecho en si es destacable y merece la mención, atención y narración... debo dejar constancia el momento en el que Pedro, durante la última ruta, fue poseído por un Rider Pro de DH.

Para poner en contexto el tema hay que explicar que se trata de una persona prudente y extremandamente cauta en sus descensos, sobre todo si el camino se estrecha y llena de irregularidades: piedras, raíces, surcos, escalones... y sin embargo cuando nota un camino firme, bien pisado y no digamos ya si aparece el asfalto, engancha un piñón y nos lleva a todos con la lengua fuera y maldiciéndole por el ritmo que impone. Pues bien, en la Marcha de Arganda, y con Pedro rodando delante de mi, llegamos a una senda que no conocíamos ninguno de los dos, bastante técnica y con una pendiente constante que cada vez te empujaba más rápido. Entonces sin saber porqué, nuestro amigo empezó a fluir como el agua entre las piedras, yo detrás no daba crédito a lo que estaba viendo porque no es que bajase rápido y descontrolado, sino que iba fino, trazando con firmeza y seguridad, aticipando, dejando la bici rodar... de libro, sin embargo yo empezaba a arriesgar más para seguirle (de hecho con algún sustito) y empezaba a alejarse cuándo llegamos al final del camino y salimos a una pista. Cuando llegamos abajo me encontré a un tipo eufórico y feliz por las sensaciones que proporciona tener un momento de flow así, pocas veces en la vida le he visto esa cara... En definitiva otro motivo para explicar porqué somos de las bicis! Ahora toca ver si fue un momento de iluminación, posesión o si por el contrario lo conserva y ahora nos lleva de cabeza. En todo caso, lo disfrutó...

Y volviendo ya a la breve crónica de este finde: nos juntamos siete con muchas ganas de darle al pedal, echarnos unas risas y sin importarnos demasiado el tiempo que hiciera. Aunque hubo un tiempo de perros durante toda la semana, no desistimos en nuestro empeño de mantener el plan previsto. De hecho, no pintaba bien cuando quedamos a desayunar en el puerto de los Leones: 5 grados, una niebla espesita y lo peor un fuerte viento... menos mal que cuando bajamos a San Rafael, el panorama era totalmente diferente. Nos metimos entre pecho pecho y espalda casi 40 km de ruta que no decepcionaron e hicieron que la panzada de kilómetros en coche mereciera la pena. Sobre la ruta ya hablamos en un post anterior (El Ingeniero), la habíamos hecho en verano, a mi particularmente me resulto más cómoda y con otro encanto: mucho menos calor, y con el suelo fenómeno, algo húmedo pero sin llegar a embarrarse, así que las ruedas agarraban que daba gusto. Es una ruta exigente que no regala un kilómetro y que acaba con un larguísimo singletrack entre árboles, con tramos muy limpios y alguno más técnico. Para los que la probaban por primera vez, un gran descubrimiento que creo disfrutaron de lo lindo y para los que lo conocíamos una ruta que no defrauda (aunque a alguno se e oía protestar cuando quedaban 5 km) pero en la que hace falta regularse muy bien si vas justo y pretendes disfrutarla haciéndo ágiles los últimos kilómetros.

Próxima biciclada: El Escorial parece...


domingo, 7 de octubre de 2012

KDD´s

Hace ya que no publicábamos ninguna entrada, y no habrá sido por falta de contenido, sino más bien de tiempo... Si algo ha caracterizado las últimas tres semanas de pedaleo ha sido la variedad de actividades y bicicleteros con los que hemos dado, y es que el mundo de la bici, tiene mucha vida social.

El último fin de semana de septiembre, nos juntamos algo más de 70 personas en Robledo de Chavela para participar en una formación organizada por la Escuela Española de Mountain Bike, pensada para profesionalizar el trabajo de guía-instructor de MTB, algo que prolifera cada vez más gracias a los Centros de BTT. A lo largo del fin de semana, se compaginaron ponencias para conocer más a fondo cómo funciona la Federación, la IMBA, planificación de itinerarios, conducción de grupos, técnica de conducción, marketing, y creación de empresas... con otras sesiones sobre la bici, enfocadas a la practicar la conducción de grupos. Es sorprendente la cantidad de personas que ya pueden vivir (o se lo está planteando) de esto en toda España, ¡qué bueno!. Un buen fin de semana sobre todo en compañía de FélixT y dos artistas de Calatayud: Jorge y Fernando, y lo de artista no es una forma de hablar, sino echad un vistazo a sus trabajos de aerografía en cascos y cuadros: www.defer.es

El siguiente, una vueltecita tranquila entorno al Soto de Viñuelas, con compañeros de trabajo que se animaron a organizar una salida. Evidentemente no podía faltar, coincidimos personas con niveles de lo más variado para hacer unos 36 km embarrados y con tramos muy divertidos. No deja de sorprenderme y engancharme el compañerismo y buen rollo que hay en este mundillo, el ritmo y el tiempo de ruta lo marca el último, es algo que desde luego en otros deportes no se ve.

Y para rematar, este domingo una marcha no competitiva organizada por Haro Bike, una tienda de Arganda. La ruta nos ha permitido conocer algunos caminos de la zona que pese a llevar unos cuantos años rodando por aquí, no conocíamos. La única pega que le pondría es que en un punto de la ruta se desvió a parte de los participantes por un camino más corto, supongo que para que no se dilatase mucho el cierre de la marcha, y esto supuso que parte del grupo que nos juntamos se quedase cortado y no llegásemos todos juntos. Pero en cualquier caso, lo mejor de ella es que también nos hemos podido juntar con amigos con los que hace tiempo no rodábamos (dando pedales, si en moto), conocer a otros y para rematar, reencontrar a un compañero del colegio al que hará más de 15 años que no veo... y casualidades: vivimos en el mismo pueblo. Y claro, como casi siempre que acabas algo, toca empezar a liar la siguiente: en un par de fines de semana... a darle a San Rafael, solo cabe esperar que el tiempo nos respete y podamos disfrutar del bosque en otoño.

Si que es social esto de la bici...

domingo, 9 de septiembre de 2012

¡¡"Chapeau" PEC. Cedena!!

Pues si, es imposible no quitarse el sombrero ante el trabajo que han hecho desde la Peña Escuela Ciclista Cedena de Fuenlabrada en su segunda marcha de MTB. Hacía años que habíamos dejado de asistir a macro-eventos organizados para montar en bici ya que en los últimos habíamos tenido la sensación de que era demasiado descarado el negocio que se estaba haciendo con la gente de la bici en algo que se vendía como una fiesta, para además, hacer rutas aburridas, masificadas (en la última, 1.400 participantes) y con abituallamientos rácanos (pese a estar plagada la organización de patrocinadores... y buenos). Algo totalmente opuesto al lo que para nosotros significa el MTB.

Pero lo de hoy ha sido completamente diferente, nos animamos por ser algo con bastante limitación en cuanto a participantes y sobre todo porque Pedro, conocía a unos de los organizadores de Cedana. Pese al madrugón que ha supuesto y a que los requisitos de la federación encarecen la inscripción, la marcha ha sido un auténtico lujo no apto para los que no estén acostumbrados a rodar duro.

Ha transcurrido entre Fuenlabrada, Batres, Parque Coimbra, Arroyomolinos, Moraleja... una zona que siempre nos ha parecido algo monótona cuando hemos rodado por allí, pero hoy hemos alucinado con el trazado, no nos lo esperábamos para nada. Han sido muy pocos los kilómetros de camino cochinero, el resto sendas, toboganes, bajadas rápidas... un recorrido rompepiernas de lo más divertido y con casi 70 kilómetros.

A lo largo de toda la ruta hemos encontrado tres abituallamientos muy bien pertrechados, sin los que la ruta, con el calor que hacía hubiera sido un auténtico calvario; pero sobre todo en cada cruce, personas de Cedena que durante casi 5 horas han estado orientando y avisado a los participantes de pasos un poco más técnicos, complicados o cuya trazada para seguir la ruta estaba menos clara: siempre de buen humor, con palabras de ánimo y con el buen rollo que engancha a todo el que entra en este mundillo. Ah! y al finalizar la ruta: cerveza para todos, un buen guiso de patatas con calamares y mejillones, y regalos, trofeos y sorteos... pero sobre todo, muy buen ambiente.


Organizar esto sin duda habrá supuesto mucho trabajo desde hace tiempo, habrán sido horas y horas de gestiones y pedales para prepararlo bien, sólo por devoción y amor a este deporte. En nuestra opinión, les ha quedado muchísmo mejor que a cualquier otro organizador (que se supone más profesionalizado y con mayor ánimo de lucro por tanto), y seguro que ha sido simplemente por que su único objetivo era que los que participábamos disfrutásemos de la ruta y pasásemos un gran día. Objetivo conseguido!! El año que viene repetimos seguro.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Riding Again!!!

Tras el parón de vacaciones, este año sin pedales de por medio, nos apetecía marcarnos una ruta por la Sierra con algo de pisteo cómodo, buenas vistas y la posibilidad de coger algún sendero divertido; pero eso si, que también fuese exigente físicamente, así que revistamos una clásica: las zetas de la Pedriza hasta La Nava. Un lugar con un paisaje único en la sierra de Madrid.

Salimos desde el parking que hay antes de las barreras de entrada a la Pedriza con algo de fresquito, el verano se acaba! y empezamos a subir por senderos hacia el collado Quebrantaherraduras, un camino sencillo pero divertido, bien cubierto entre árboles con pequeños tramos de trialeras subiendo y bajando en los que enseguida te das cuenta de la poca soltura que te queda tras un mes de parón, aunque no por ello se dejan de disfrutar. Con ellos empezamos a recordar sensaciones sobre la bici...

Desde el collado seguimos hasta llegar a Canto Cochino para empezar a subir después por la pista que en dirección a la charca verde, sube hacia La Nava. Subimos a un ritmo prudente y charlando, poniéndonos al día de vacaciones, viajes, proyectos y familia. Casi sin darnos cuenta con tanta charla, llegamos hasta el camino que sube a La Nava, el punto más alto de la ruta, dónde hacemos un primer parón para comer algo y descansar un rato. Después de otros cuarenta minutos de darle al pedal llegamos al final del camino, ya notamos que empezamos a ir justos de fuerzas y es que a lo tonto llevamos caso 20 km. de subida y nos encontramos a casi 2.000 m. de altura (habiendo salido desde los 900). Tras la parada de rigor, y el rato tumbados sobre una piedra disfrutando un paisaje que llega hasta dónde alcanza la vista, ya que hacia el sur en unos cuantos cientos de kilómetros no hay un punto tan alto, justo cuando nos disponemos a bajar tenemos la suerte de ver muy cerca de nosotros a una cabra montesa que anda cerca, chupando piedras (supongo que para conseguir algo de sales minerales) y que deja que nos acerquemos bastante. Es un lujo poder ver un animal de este tipo tan próximo y en libertad. 




Volvemos a la pista bajando unos cuantos kilómetros en dirección hacia el Collado de los Pastores, bajo la Bola del Mundo y muy cerca del nacimiento del Manzanares. Antes de llegar hay que volver a coger altura y aquí si que notamos ya que vamos muy muy justos, los últimos kilómetros se hacen de lo más duro. Son ya 1.700 m de desnivel acumulado, algo que desde luego no solemos hacer habitualmente. De éste collado guardo un gran recuerdo, es la primera ruta que hice por la sierra hace ahora 20 años, con una Marin de acero, rígida, siete piñones y unos platos bien grandecitos: rally puro. Nunca antes había hecho una subida y una bajada tan larga y lo disfruté muchísimo. Las bics han cambiado muchísimo en estos años, están más segmentadas por usos, tienen mas tecnología, cuestan bastante más y te permiten subir y bajar más rápido, ir más cómodo... pero el placer que proporciona el MTB, sigue siendo el mismo.

De bajada, en una de las zetas son separamos, Pedro sigue por la pista y yo me bajo por un sendero que  la va cortando, acabando ambos de vuelta a Canto Cochino. Llegamos a bajo más o menos a la vez, aunque Pedro con unos cuantos kilómetros más. El descenso, fruto del cansancio y la falta de costumbre, se me hace más duro de lo habitual, sobre todo los primeros tramos que tienen más pendiente y son más técnicos. Desde Canto Cochino, solo queda algún repecho hasta la salida y una bajadita final (por el mismo sendero por el que empezamos la ruta), que es lo justo para dejarte con un buen sabor de boca.

El próximo fin de semana, ruta con un club de Fuenlabrada. Nada que ver con lo de hoy: más kilómetros, más rodadores, pero eso sí, seguro que con ¡muy buen ambiente! 

domingo, 29 de julio de 2012

Argan-Boy

La ruta de hoy, ha sido la última antes de irnos de vacaciones y hasta Septiembre no volveremos a tocar las bicis, así que la pillé con ganas y con la intención de ir enlazando mis caminos favoritos por Arganda y la cuenca del Tajuña.

Muchas veces nos quejamos de lo lejos que nos coge la sierra, de lo poco que podemos ir y dejamos de apreciar lo que tenemos cerca, y es que en definitiva es un lujo poder salir de casa montado en bici y en 5 min. estar rodando por algún camino con kilómetros y kilómetros de posibilidades por delante.

Hoy salgo dirección a la Dehesa El Carrascal para subirla y atravesarla por triealeras, sin mucha pendiente pero bastante pedregosas, de ahí se pistea saliendo de ella en dirección a Perales de Tajuña. Para bajar a éste pueblo de la cuenca, hay un rápido y divertido singletrack, con pocos tramos técnicos y tres o cuatro pequeños cortadetes... bajo sin confiarme demasiado porque el suelo está raro, supongo a causa de atracón de agua de la tormenta del pasado jueves y el fuerte calor después. 

Saliendo de Perales, cruzo el Tajuña para subir a otro lado de la cuenca por a Senda del Bosque. Hacía mucho que no pasaba por él y me encuentro más rampas de las que esperaba... fuertecitas, de plato pequeño, pulsómetro pitando como loco y templando mucho la pedalada porque hay mucha piedra suelta. Una vez arriba se llanea apenas un kilómetro y fuerte bajada de nuevo hacia Morata. Para salir de Morta a través del bosque, otra vez rampitas cardiacas. Desde allí la intención es ir hacia Campo Real volviendo a pasar por la Dehesa, con un par de tramos trialeros de subida y la bajada de regreso a Arganda por el Arroyo Seco, pero cuando me meto de nuevo en el Carrascal, decido cortar la ruta y regresar a Arganda. El calor aprieta y empiezo a notar las piernas tocadas.


En cualquier caso, al final una ruta divertida que engancha algunos de los mejores caminos. En Septiembre, habrá que acabarla haciendo la parte del Arroyo Seco, aunque tendremos que reservarle día porque ya tenemos en mente y medio cerrados varios proyectos para el otoño: salida con un Club de Fuenlabrada, ruta de un par de días por la Guadarrama (haciéndo 4 puetos) y fin de semana en Robledo con la Escuela Española de MTB.


¡Hasta dentro de unas semanas!


domingo, 15 de julio de 2012

El Ingeniero

Tras un par de fines de semana pisteando entre olivares, buscando como locos alguna bajada con salero, y haciendo rutas más bien rodadoras, cargaditas de kilómetros, ya había ganas de volver a la sierra para adentrarnos en bosques con senderos disfrutones, altura, y paisajes de montaña.

Hay muchos lugares increíbles para montar en bici en la sierra de Guadarrama, pero para mi uno de los mejores y con el que disfruto especialmente, es la senda del Ingeniero, en el lado segoviano. Kilómetros de divertido single track que recorren una ladera, sin demasiada masificación de riders (como si ocurre en otras zonas de la sierra) y un bosque de cara norte muy frondoso que recorres con una sonrisa en la cara por mucho tute que lleves en las piernas. El nombre creo que se debe a un ingeniero forestal, que para delimitar las zonas de tala, las iba delimitando con marcas, dando así origen a la senda.

En esta ocasión, no pudimos coincidir los habituales de ese blog, pero pude volver a pedalear con Félix y Vato,  con los que hacía casi dos años que no había tenido la oportunidad de volver a montar, y conocer a Vico.

Iniciamos la ruta en San Rafael, pero a diferencia de otras veces, daremos un rodeo más largo hasta llegar a la senda del ingeniero. Empezamos subiendo como 500 m. de desnivel, con tranquilidad porque queda mucha ruta por delante y ésta es de esas en la que cada kilómetro se gana con cada pedalada. A mitad de la subida, se unen al grupo Dani y Ana, que tienen previsto hacer la misma ruta que nosotros. 
Después de llegar a al collado Hornillo, iniciamos una bajada, algo sucia al principio, pero después pasa a ser un rápido sendero, sin curvas pronunciadas, sin dificultades ni sorpresas: primer tramo de los divertidos de la jornada. 


Seguimos por senderos hasta Valle Enmedio, paradita para comer algo e iniciamos la subida hacia otro collado en el que el camino se separa: hacia la derecha se sube a Cueva Valiente y a la izquierda, seguimos a la búsqueda de la Senda, tras una trialera con una pendiente bastante pronunciada, conseguimos llegar a la nuestro objetivo, habiendo disfrutado muchísimo por el camino.



Nos quedan por delante 14 km de sngletrack, por la ladera que da al Espinar y San Rafael, en la sierra de Malagón. El sendero, tiende hacia abajo pero eso si, con continuos repechos que hacen que no parezca que bajamos, los tramos de descenso son muy tendidos. Como decía más arriba, el camino es una gozada, avanzamos por él alucinando con el bosque que nos rodea y pasándolo en grande conduciendo. Es bueno reservar un poco de fuerzas en la ruta para llegar bien a esta parte, tiene muchos tramos en los que para ir rápido hay que pedalear bien.




Llegamos después de 4 horas, 1700 m de desnivel acumulado y 34 Km a los coches, habiéndolo pasado en grande. Seguro que será la última ruta serrana antes de las vacaciones, pero esperemos que no pasen dos años hasta que vuelva a rodar con los Srs. de Comando Marmota.



domingo, 10 de junio de 2012

La Jarosa


Por fin, tras casi seis meses sin pisar la sierra de Madrid, conseguimos organizarnos una ruta corta por La Jarosa. No habíamos montado por esa zona de la sierra de Guadarrama, pero hacía tiempo que habíamos oído hablar bien de ella, y es más, hacía un par de semanas que había conocido algún sendero caminando, lo cual acabó de convencerme de que había que pedalear por allí. Nos montamos la ruta utilizando varios tracks descargados y buscando no abusar demasiado de pistas, sobre todo en las bajadas.

Dejamos los coches en el embalse, con un nubarrón negro sobre nosotros, que al salir de casa está mañana  desde luego no esperábamos, pero la verdad es que incluso se agradece porque cuando sale el sol pica, y eso que no son ni las 10 de la mañana.

Una vez preparados y arreglados pinchazos que traíamos de casa, empezamos a pedalear y a los 50 m, el terreno empieza a picar para arriba, subimos casi hasta los 1.600 m. por las laderas que rodean el embalse y en algún tramo por un bonito sigletrack por el pinar, que hace que los kilómetros de coche, hayan merecido la pena. Según subimos por las pistas, vemos senderos que cruzan adentrándose en el bosque o que bajan por los cortafuegos que cruzamos: ¡un montón de posibilidades!

Tras poco más de una hora de ruta y unos 11 km. , llegamos al punto en el que decidir si seguir adelante por una pista que nos permitirá hacer algunos kilómetros más o bajar directamente hacia el pantano por un sendero con muy buena pinta. Ésta última opción parece la más divertida pero pensamos que la ruta se iba a quedar muy corta, así que decidimos tirar por la pista. La pista empieza a bajar fuerte, pero se convierte en un camino de asfalto, así que tras unos kilómetros de bajada y pensando que la ruta podía acabar así, decidimos darnos la vuelta y volver hacia el sendero. Bueno, no hay mal que por bien no venga, sin quererlo conseguimos las dos cosas, hacer más kilómetros y afrontar un descenso divertido para cerrar con muy buen sabor de boca.

El sendero comienza muy limpio por un claro del bosque pero enseguida en cuanto llegamos a los árboles, las raíces y las piedras hacen aparición. Nada excesivamente complicado, lo que permite seguir bajando rápido, aunque paramos dos o tres veces para hacer fotos. La bajada es una gozada, son 6 km de singletrack con todo tipo de tramos: sendero limpio, trialeras con piedra suelta, con pedrolos, alguna plancha pequeña, alguna zona con más inclinación... un variadito dónde la dificultad la pone cada uno, eligiendo cuánto quieres soltar frenos y cómo de rápido quieres bajar. Cuánto tiempo sin catar caminos así.

Acabamos la bajada de un modo perfecto, en un pequeño chiringuito dónde antes de volver hacía los coches podemos parar y tomar una cervecita charlando y poniéndonos al día. 

Si algo nos queda claro, es que tenemos que volver y preparar una ruta más larga. Está ha sido un primer plato de 25 km, muy buena para conocer un poco la zona y quitarnos el mono de sierra y largos singletracks, pero queremos más...

domingo, 27 de mayo de 2012

DH en Morata de Tajuña

Tras un fin de semana en blanco tras la paliza de Cuenca,volvemos a montarnos en nuestras bicis con la idea de hacer una ruta corta pero divertida alrededor de Arganda en la que pasásemos por Morata de Tajuña, ya que esté fin de semana se estrenaba como nuevo emplazamiento para una de las pruebas del Open de Madrid de DH. Este domingo el Sr. P. contra su voluntad, no nos acompaña.

Salimos hacia la Dehesa del Carrascal calentando por el carril bici y enseguida cogemos la senda, algo trialerilla pero sin mucha pendiente, que nos lleva hasta la parte alta. Se acabó lo de calentar y ya vamos sudando como pollos, se nota que viene el veranito por que aunque son las 10 de la mañana el sol pega bien. Desde allí, seguimos dirección carretera de Valencia para busca un singletrack que baja hasta Perales, es una de las bajadas más divertidas de la zona, bastante rápido, pocos tramos complicados técnicamente y bastante largo para los desniveles de tiene está zona de Madrid. En definitiva, una bajada disfrutona (pese a que algún tramo hoy estaba cerrado por el desbroce de los campos, por lo que hubo que dar algún rodeo).

Después, el peaje que pagamos por querer hacer esta bajada e ir hacia Morata, son unos kilometritos de carril bici, aunque nos los quitamos de encima bastante rápido, enganchamos plato y rodamos a una media de 30 km/h, que no está mal para bicis  ruedas que llevamos. Llegamos enseguida a Morata y a la meta del DH. 

Nos da tiempo a ver la primera manga y parte de la segunda, recorremos el circuito en sentido contrario desde la meta a la salida. Es gracioso ver cómo de rápido se puede bajar por senderos que conocemos y muy interesante ver cómo cada rider escoge la trazada en los pasos más técnicos a algunos da gusto verles, hacen que parezca fácil, bajando muy finos y con fluidez... Aunque tampoco le quito merito al que es capaz de salvar la situación y dar con los huesos en el suelo después de un traspiés en un paso que no le ha salido como hubiera querido.

Al descenso, la organización le ha dado gracia fabricando algunos peraltes, recepciones para cortaditos y varios saltos: fenómeno porque le da más espectáculo al descenso y se quedarán ahí para que los podamos disfrutar los que montamos por la zona. 

Acabamos viendo algunos saltos de la segunda manga, espectaculares sobre todo los vuelos de los que bajaban con rígidas y nos vamos volando para casa, no hay tiempo para más. Hay que llegar para comer con la familia y estar a las dos con el aperitivo puesto para ver la salida del GP de Mónaco.

Al final nos vamos con unos 40 km en las patas para casa, pero con las ganas de hacer alguna escapadita para la sierra, ya llevamos muchos km. de caminos y pistas.

Hasta la próxima entrada.


martes, 15 de mayo de 2012

Nos vamos hasta Cuenca

Allá por el mes de Enero, se me ocurrió que en primavera, dado que no íbamos a poder hacer ningún viaje en bici este año y que nuestros "bonobicis" estaban completos, podía ser un buen momento para hacer una ruta de un solo día pero que supusiera un nuevo reto para nosotros: hacer más de 150 km! Hacía tiempo que tenía localizados algunos tracks que nos podrían orientar para trazarla y llegar desde Arganda del Rey hasta Cuenca por caminos, pistas y carreteras comarcales.

Grande sin duda la actitud y predisposición del Sr. P y el Sr. O, a los que tan solo con sugerir que algo duro para hacer en bici me rondaba la cabeza y sin saber de qué se trataba, ya le estaban buscando fecha para hacerlo. Ya la habíamos liado... y ya que íbamos a Cuenca, por qué no quedar allí para pasar lo que quedaba de fin de semana con nuestras esponsales y amigas. Gracias a ellas, el viaje fue más fácil, ya que de otro modo tendríamos que haber regresado a Madrid en tren o autobús, la opción de volver en bici, ni se nos pasó por la cabeza, claro está.

Con todo organizado, y tras haber dormido solo 4 horitas, salimos los tres de Arganda el 12 de Mayo a las 7:00, dejando en casa los cortavientos e impermeables que teníamos preparados, ya por la mañana hacía un calor casi propio del mes de Julio. Nuestro plan era llegar a comer a Huete y por la tarde, entre las 19 y las 21 h. a Cuenca. Se trataba de llegar y disfrutar en el camino, para lo que teníamos claro que casi había que ir de paseo y obligarnos a parar al menos cada dos horas a descansar un poco.

Salimos de Arganda por la vía verde que va hacía Morata, la dejamos a los pocos kilómetros para subir a través de la Dehesa del Carrascal en dirección hacia la carretera de Morata y luego hacía la R3. Una vez allí avanzamos unos kilómetros por la carretera que va hacia Valdilecha para coger después un camino que nos llevaría hasta Tielmes, y volver así a la Vía Verde del Tajuña. De este modo, evitando ir por la Vía Verde desde Arganda, le quitamos unos 15 km. a la ruta y le metemos algo de caminos, ya que sabíamos que íbamos a tragar más kilómetros de asfalto de los que nos gustaría (cero). Desde allí, más carril bici hasta Carabaña, por la vega del Tajuña: llanito y cómodo. En Carabaña, tomamos la vía del tren de los 40 días, que llega hasta Estremera. Ésta es la primera subida tendida de la ruta.

Desde Estremera, por algo de carretera y caminos, llegamos a Leganiel, ya empieza a apretar el calor y el hambre. Llegamos hacía las 10 de la mañana, con las ganas de apretarnos un buen desayuno, pero con la mala suerte de ir a dar a un bar en el que no hay nada para comer. Si, parece raro, pero es el único bar que hemos visto en el que ni una tostada, bollo industrial, embutido, almendras o pipas: nada, así que empezamos con el menú de barritas energéticas. A esas alturas la ruta nos parecía que iba a ser fácil, llevabamos 60 km, en tres horas y seguíamos bastante frescos. No sabíamos que los 90 o 100 km que nos quedaban no iban a tener nada que ver con lo que habíamos hecho hasta ese momento.

Desde Leganiel nos dirigimos a Illiana atrochando por algún sembrado y más caminos, en breve empiezan las rampas, el sol cada vez más alto y pegando de lleno. Después hacia Saceda de Trasierra rodando parte del camino paralelos al cauce del trasvase Tajo Segura, la sombrita de los árboles se agradece y dan ganas de meterse al agua a refrescarse un poco. En Saceda hacemos parada técnica en chiringuito para tomar unos jarrones de cerveza con limón y refrescarnos un poco. Pensábamos que en un rato nos íbamos a plantar en Huete a comer, pero mientras descansamos un conductor de ruta que se para a hablar con nosotros nos avisa de que antes de llegar a Vellisca, tendremos que subir un puertecito, con algunas rampitas majas. No contábamos con ello, y la verdad es que con el calor y los kilómetros que teníamos encima, se nos hizo duro. Después de Vellisca, seguimos por carretera con un constante sube y baja hasta Huete.


En Huete buscamos un restaurante en el que zamparnos un buen plato de pasta y poder descansar un poco antes de afrontar la segunda parte de la ruta. Tras comer unos macarrones infantiles (pasados y con tomate y chorizo) que nos saben a gloria, llenamos las mochilas de agua con hielo y recién comidos y con un sol de justicia nos volvemos a montar en nuestras bicis para afrontar otra subida, de unos cuatro o cinco kilómetros, pero que nos parecen veinte. El calor es insoportable, parece que llevamos un calefactor en el manillar pegándo en la cara... menos mal que encontramos en plena subida un caño con agua fresquita dónde nos metemos de cabeza. La subida acaba en Verdelpino y desde ahí la ruta llanea unos kilómetoros hasta empezar  a bajar para llegar a Valdecolmenas.

La ruta prosigue por carretera, las paradas que hacemos son cada vez más frecuentes ya que entra viento de frente y el asfalto empieza a picara para arriba. Tenemos que rodar bien apiñaditos, dando relevos para protegernos del viento todo lo posible. Subimos hasta los 1200 m. más o menos, el punto más alto de la ruta, justo a la altura de la A40. Volvemos a hacer un descanso, llevamos 9 horas de pedaleo y ya tenemos nuestra meta más cerca de la mano, desde ese punto hasta Cuenca es prácticamente todo bajada, lo que hace que el cansancio y el dolor de volver a sentarse en la bici, sean más llevaderos.

La bajada es por caminos, entre bosques hasta una urbanización cercana a Cuenca. En este punto nos quedan 6 km. de carretera y la ilusión de llegar hace que saquemos fuerzas de flaqueza (aunque quizás la glucosa y barritas que tomamos en la subida empezaban a hacer su efecto). Entramos en Cuenta hacia las 8 de la tarde, el cielo despejado que hemos tenido todo el día, se ha cubierto y empieza a chispear y amenazar tormenta (un poco más y nos hacen falta los impermeables). Llegamos al hotel en el que nos esperan tras 10 horas de pedaleo, 153 kilómetros y más de 2.000 m. de desnivel acumulado. 

Otra loca idea lograda, y como en todas al menos para mi, con el sabor agridulce de haberla conseguido: satisfecho por el logro, pero con el hueco que nos deja haber acabado un proyecto que nos ha mantenido motivados los últimos meses. Volveremos a nuestras divertidas rutas globerillas, con alguna escapada a la Sierra, hasta que demos forma a otra de estas.

El cualquier caso, el evento merece celebración y lo hacemos con una buena cena en un restaurante del casco antiguo, donde entre moteruelos, migas, vinos y asados... surge la idea de este blog.





En este enlace, podeis acceder al track de la ruta.