Hoy hicimos una ruta con poco más de 30 kilómetros, la misma que unas semanas atrás abandonamos a la mitad, debido a que al cable del cambio le dio por partirse y dejar la cadena en el piñón pequeño, por lo que tuvimos que ir atajando de vuelta a los coches (menos mal que pasó aquí que todo está cerca). Pese a que son pocos kilómetros, se llevan prácticamente tres horas ya que como decía, todo son senderos por los que no se llega salvar demasiado desnivel pero que suben y bajan constantemente, no hay 500 m. llanos. La diversión está asegurada, el suelo perfecto: húmedo pero sin barro y los senderos como decía Oscar, en ocasiones parecían una pista de bobsleigh: muy limpios, llenos de peraltes y curvas cerraditas en las que se podía entrar con alegría.
En definitiva, un día con pocos kilómetros, te quedas con ganas de más, pero en el que nos hemos divertido en cada metro de ruta, con compras de parcela incluido (seguro que alguien el lunes cambia las ruedas...), en mi caso me han servido para seguir acostumbrándome y sorprendiéndome gratamente con el cambio al 29 pulgadas y 2X10, y en los que hemos tenido tiempo suficiente para ir dándole vueltas a los próximos proyectos en en debe: Aínsa, los 10.000 del Soplao, Turbón tour, o una simple escapadita a montar con nieve por la Hoya de San Blas... ilusión y ganas que no falten nunca!!!
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