Pues si, es imposible no quitarse el sombrero ante el trabajo que han hecho desde la Peña Escuela Ciclista Cedena de Fuenlabrada en su segunda marcha de MTB. Hacía años que habíamos dejado de asistir a macro-eventos organizados para montar en bici ya que en los últimos habíamos tenido la sensación de que era demasiado descarado el negocio que se estaba haciendo con la gente de la bici en algo que se vendía como una fiesta, para además, hacer rutas aburridas, masificadas (en la última, 1.400 participantes) y con abituallamientos rácanos (pese a estar plagada la organización de patrocinadores... y buenos). Algo totalmente opuesto al lo que para nosotros significa el MTB.
Pero lo de hoy ha sido completamente diferente, nos animamos por ser algo con bastante limitación en cuanto a participantes y sobre todo porque Pedro, conocía a unos de los organizadores de Cedana. Pese al madrugón que ha supuesto y a que los requisitos de la federación encarecen la inscripción, la marcha ha sido un auténtico lujo no apto para los que no estén acostumbrados a rodar duro.
Ha transcurrido entre Fuenlabrada, Batres, Parque Coimbra, Arroyomolinos, Moraleja... una zona que siempre nos ha parecido algo monótona cuando hemos rodado por allí, pero hoy hemos alucinado con el trazado, no nos lo esperábamos para nada. Han sido muy pocos los kilómetros de camino cochinero, el resto sendas, toboganes, bajadas rápidas... un recorrido rompepiernas de lo más divertido y con casi 70 kilómetros.
A lo largo de toda la ruta hemos encontrado tres abituallamientos muy bien pertrechados, sin los que la ruta, con el calor que hacía hubiera sido un auténtico calvario; pero sobre todo en cada cruce, personas de Cedena que durante casi 5 horas han estado orientando y avisado a los participantes de pasos un poco más técnicos, complicados o cuya trazada para seguir la ruta estaba menos clara: siempre de buen humor, con palabras de ánimo y con el buen rollo que engancha a todo el que entra en este mundillo. Ah! y al finalizar la ruta: cerveza para todos, un buen guiso de patatas con calamares y mejillones, y regalos, trofeos y sorteos... pero sobre todo, muy buen ambiente.
Organizar esto sin duda habrá supuesto mucho trabajo desde hace tiempo, habrán sido horas y horas de gestiones y pedales para prepararlo bien, sólo por devoción y amor a este deporte. En nuestra opinión, les ha quedado muchísmo mejor que a cualquier otro organizador (que se supone más profesionalizado y con mayor ánimo de lucro por tanto), y seguro que ha sido simplemente por que su único objetivo era que los que participábamos disfrutásemos de la ruta y pasásemos un gran día. Objetivo conseguido!! El año que viene repetimos seguro.