domingo, 10 de junio de 2012

La Jarosa


Por fin, tras casi seis meses sin pisar la sierra de Madrid, conseguimos organizarnos una ruta corta por La Jarosa. No habíamos montado por esa zona de la sierra de Guadarrama, pero hacía tiempo que habíamos oído hablar bien de ella, y es más, hacía un par de semanas que había conocido algún sendero caminando, lo cual acabó de convencerme de que había que pedalear por allí. Nos montamos la ruta utilizando varios tracks descargados y buscando no abusar demasiado de pistas, sobre todo en las bajadas.

Dejamos los coches en el embalse, con un nubarrón negro sobre nosotros, que al salir de casa está mañana  desde luego no esperábamos, pero la verdad es que incluso se agradece porque cuando sale el sol pica, y eso que no son ni las 10 de la mañana.

Una vez preparados y arreglados pinchazos que traíamos de casa, empezamos a pedalear y a los 50 m, el terreno empieza a picar para arriba, subimos casi hasta los 1.600 m. por las laderas que rodean el embalse y en algún tramo por un bonito sigletrack por el pinar, que hace que los kilómetros de coche, hayan merecido la pena. Según subimos por las pistas, vemos senderos que cruzan adentrándose en el bosque o que bajan por los cortafuegos que cruzamos: ¡un montón de posibilidades!

Tras poco más de una hora de ruta y unos 11 km. , llegamos al punto en el que decidir si seguir adelante por una pista que nos permitirá hacer algunos kilómetros más o bajar directamente hacia el pantano por un sendero con muy buena pinta. Ésta última opción parece la más divertida pero pensamos que la ruta se iba a quedar muy corta, así que decidimos tirar por la pista. La pista empieza a bajar fuerte, pero se convierte en un camino de asfalto, así que tras unos kilómetros de bajada y pensando que la ruta podía acabar así, decidimos darnos la vuelta y volver hacia el sendero. Bueno, no hay mal que por bien no venga, sin quererlo conseguimos las dos cosas, hacer más kilómetros y afrontar un descenso divertido para cerrar con muy buen sabor de boca.

El sendero comienza muy limpio por un claro del bosque pero enseguida en cuanto llegamos a los árboles, las raíces y las piedras hacen aparición. Nada excesivamente complicado, lo que permite seguir bajando rápido, aunque paramos dos o tres veces para hacer fotos. La bajada es una gozada, son 6 km de singletrack con todo tipo de tramos: sendero limpio, trialeras con piedra suelta, con pedrolos, alguna plancha pequeña, alguna zona con más inclinación... un variadito dónde la dificultad la pone cada uno, eligiendo cuánto quieres soltar frenos y cómo de rápido quieres bajar. Cuánto tiempo sin catar caminos así.

Acabamos la bajada de un modo perfecto, en un pequeño chiringuito dónde antes de volver hacía los coches podemos parar y tomar una cervecita charlando y poniéndonos al día. 

Si algo nos queda claro, es que tenemos que volver y preparar una ruta más larga. Está ha sido un primer plato de 25 km, muy buena para conocer un poco la zona y quitarnos el mono de sierra y largos singletracks, pero queremos más...